La Ley GENIUS: Revolucionando la Regulación de las Stablecoins en los Estados Unidos

La Ley GENIUS: Revolucionando la Regulación de las Stablecoins en los Estados Unidos

En julio de 2025, los Estados Unidos dieron un paso monumental hacia la integración de los activos digitales en su sistema financiero con la firma de la Ley de Guía y Establecimiento de Innovación Nacional para Stablecoins de EE. UU. de 2025, comúnmente conocida como la Ley GENIUS. Firmada como ley por el presidente Donald Trump el 18 de julio de 2025, esta legislación marca el primer marco federal específicamente adaptado para regular las stablecoins de pago, una piedra angular del ecosistema de las criptomonedas. A medida que el mercado de stablecoins supera los $238 mil millones en valor, la Ley GENIUS tiene como objetivo proporcionar claridad regulatoria, mejorar las protecciones al consumidor y mitigar riesgos como las finanzas ilícitas, todo mientras fomenta la innovación en los pagos digitales.

Este artículo profundiza en los orígenes, las disposiciones y las implicaciones de gran alcance de la Ley GENIUS. Exploraremos cómo funcionan las stablecoins, el historial legislativo del proyecto de ley, sus componentes principales y su potencial para remodelar el panorama financiero. Finalmente, examinaremos cómo esta legislación podría empoderar a los bancos internacionales en territorios de EE. UU. como Puerto Rico para sumergirse más profundamente en el sector de la banca de criptomonedas, ofreciendo rampas de entrada, rampas de salida y servicios de custodia para activos digitales.

Entendiendo las Stablecoins: La Columna Vertebral de las Criptofinanzas

Antes de sumergirnos en la Ley GENIUS, es esencial comprender qué son las stablecoins y por qué son importantes. Las stablecoins son un tipo de criptomoneda diseñada para mantener un valor estable, típicamente anclado a una moneda fiduciaria como el dólar estadounidense o a una cesta de activos. A diferencia de las criptomonedas volátiles como Bitcoin o Ethereum, las stablecoins proporcionan un medio confiable para transacciones, remesas y aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi). Sirven de puente entre las finanzas tradicionales y la tecnología blockchain, lo que permite pagos transfronterizos fluidos y sirve como cobertura contra las fluctuaciones del mercado de criptomonedas.

Las stablecoins más prominentes, como USDT (Tether) y USDC (Circle), están respaldadas por reservas de efectivo, letras del Tesoro y otros activos líquidos. A mediados de 2025, la capitalización del mercado global de stablecoins supera los $250 mil millones, con volúmenes de transacciones diarias que rivalizan con los de las principales redes de pago como Visa. Sin embargo, este rápido crecimiento ha generado preocupaciones sobre los riesgos sistémicos, incluida la mala gestión de las reservas, el lavado de dinero y las posibles corridas de los emisores, lo que se hizo eco en el colapso de la stablecoin algorítmica TerraUSD en 2022, que aniquiló miles de millones en valor. Los reguladores han pedido durante mucho tiempo una supervisión para evitar tales desastres.

Antes de la Ley GENIUS, la regulación de las stablecoins era fragmentada, y se basaba en licencias de transmisores de dinero a nivel estatal y en la aplicación ad-hoc por parte de agencias como la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC). Este enfoque fragmentado sofocó la innovación y dejó a los consumidores vulnerables. La Ley GENIUS aborda estas deficiencias al crear un régimen federal unificado, tratando a los emisores de stablecoins como instituciones financieras bajo la Ley de Secreto Bancario (BSA) e imponiendo estándares estrictos de estabilidad y transparencia.

El Viaje Legislativo: De la Introducción a la Ley

El camino de la Ley GENIUS hacia la promulgación refleja una urgencia bipartidista en una era de división política. Presentado el 4 de febrero de 2025 por los Senadores Tim Scott (R-SC), Bill Hagerty (R-TN), Cynthia Lummis (R-WY) y Kirsten Gillibrand (D-NY), el proyecto de ley (S. 394) tenía como objetivo establecer un marco regulatorio integral para las stablecoins. Esta colaboración entre partidos destacó el atractivo no partidista de las stablecoins, ya que prometen modernizar los pagos al tiempo que salvaguardan contra los delitos financieros.

El Senado aprobó el proyecto de ley el 17 de junio de 2025, en una contundente votación bipartidista de 68-30, lo que subraya un amplio apoyo en medio de la creciente adopción de las criptomonedas. La Cámara de Representantes hizo lo mismo poco después, aprobando una versión complementaria durante la “semana de criptomonedas” de los republicanos en julio, un aluvión de actividad legislativa que también hizo avanzar la Ley de Claridad del Mercado de Activos Digitales (CLARITY) y la Ley de Vigilancia Antiterrorista de CBDC.

El presidente Trump firmó la Ley GENIUS el 18 de julio de 2025, celebrándola como una victoria para la innovación estadounidense y un baluarte contra las finanzas ilícitas. La fecha de entrada en vigor de la ley se fijó para 18 meses después de su promulgación o 120 días después de que el Tesoro de EE. UU. y la Reserva Federal finalicen las regulaciones de implementación, lo que ocurra más tarde. Este cronograma permite una transición fluida, dando a los emisores tiempo para cumplir mientras los reguladores elaboran reglas detalladas.

Disposiciones Clave: Construyendo un Marco Robusto

En su1 esencia, la Ley GENIUS define y regula las “stablecoins de pago” como activos digitales canjeables por un valor monetario fijo, utilizados para pagos o liquidaciones, y que se espera que mantengan un valor estable en relación con las monedas fiduciarias. Las exclusiones incluyen las monedas nacionales y ciertos valores, lo que garantiza que el enfoque se mantenga en los tokens nativos de criptomonedas.

Requisitos y Prohibiciones para los Emisores La Ley prohíbe a cualquier persona emitir stablecoins de pago en EE. UU. a menos que califiquen como “emisor de stablecoins de pago autorizado” (PPSI). Las entidades elegibles incluyen subsidiarias de instituciones de depósito aseguradas, emisores no bancarios calificados a nivel federal aprobados por la OCC y emisores calificados a nivel estatal supervisados por reguladores estatales. Las entidades no bancarias deben solicitar la aprobación, demostrando el cumplimiento de los estándares de capital, liquidez y gestión de riesgos establecidos por los reguladores federales primarios como la Reserva Federal, la FDIC o la OCC. Para emisores más pequeños (aquellos con stablecoins por debajo de $10 mil millones en capitalización de mercado), existe una opción a nivel estatal, siempre que las reglas estatales reflejen los estándares federales. Sin embargo, superar el umbral de $10 mil millones desencadena un cambio obligatorio a la supervisión federal dentro de los 360 días. Este enfoque escalonado equilibra la innovación para las startups con un escrutinio riguroso para los actores de importancia sistémica.

Mandatos de Reserva y Divulgación Una piedra angular de la Ley es el requisito de reservas 1:1 que respalden todas las stablecoins en circulación. Las reservas deben consistir en activos líquidos de alta calidad, como moneda estadounidense, depósitos a la vista en bancos asegurados, valores del Tesoro a corto plazo, acuerdos de recompra, fondos del mercado monetario y depósitos en bancos centrales. La rehipotecación (reutilizar las reservas como garantía) está estrictamente limitada a la gestión de la liquidez bajo condiciones aprobadas por el regulador. Los emisores deben divulgar públicamente las políticas de redención, garantizar redenciones oportunas (dentro de un día hábil) y publicar certificaciones mensuales de las composiciones de las reservas, auditadas por firmas de contabilidad pública registradas. Los directores ejecutivos y directores financieros deben certificar estos informes, enfrentando sanciones penales por falsedades, lo que refleja los requisitos de Sarbanes-Oxley para las empresas públicas. Esta transparencia tiene como objetivo prevenir la escasez de reservas y generar confianza.

Supervisión Regulatoria y Gestión de Riesgos Los reguladores federales primarios, incluidos la Reserva Federal y la OCC, supervisan el cumplimiento, emitiendo estándares para la adecuación del capital, la liquidez, el riesgo de tasa de interés y la resiliencia operativa. Los emisores son tratados como “instituciones financieras” bajo la BSA, lo que exige programas de antilavado de dinero (AML), protocolos de conocimiento del cliente (KYC) y la presentación de informes de actividades sospechosas. Las actividades se limitan a la emisión/redención de stablecoins, la gestión de reservas, los servicios de custodia y las funciones auxiliares. Las transacciones más amplias de criptomonedas requieren una aprobación regulatoria explícita, lo que evita que los emisores se1 involucren en11 empresas de alto riesgo.

Protecciones al Consumidor y Aplicación La Ley prioriza la seguridad del consumidor al otorgar a los1 titulares de stablecoins reclamaciones de primera prioridad sobre las reservas en escenarios de insolvencia, por delante de otros acreedores. Prohíbe las stablecoins que devengan intereses para evitar la competencia con los depósitos bancarios y reduce los riesgos de migración a activos no regulados. Los poderes de aplicación incluyen sanciones civiles, órdenes de cese y desista, y la destitución de ejecutivos por violaciones, con coordinación entre las agencias federales. Los emisores extranjeros enfrentan restricciones en las transacciones secundarias en EE. UU. a menos que cumplan con estándares equivalentes, lo que protege los mercados nacionales de las importaciones no reguladas.

Implicaciones para la Industria de Criptomonedas

La Ley GENIUS es un punto de inflexión, ya que proporciona una claridad largamente1 buscada que podría desbloquear la adopción institucional. Los bancos ahora pueden custodiar stablecoins, emitir depósitos tokenizados e integrar blockchain sin temor a las11 repercusiones regulatorias. Esto podría1111 impulsar la innovación en los pagos, reduciendo los costos de las remesas y permitiendo liquidaciones en tiempo real. Sin embargo, los críticos argumentan que el marco podría11 sofocar la competencia al favorecer a los actores establecidos e imponer un cumplimiento engorroso. Los emisores más pequeños pueden tener dificultades con las auditorías y los requisitos de capital, lo que podría consolidar el mercado en torno a gigantes como Circle y Tether. En el escenario global, la Ley posiciona a EE. UU. como un líder en finanzas digitales, contrarrestando la regulación MiCA de Europa y las prohibiciones de criptomonedas de China. También11 aborda las finanzas ilícitas,111 y el Tesoro está solicitando la opinión del público sobre herramientas de IA, monitoreo de blockchain e identidad digital para combatir el lavado de dinero.

Impacto Económico Más Amplio: Estabilidad y Crecimiento

Económicamente, la Ley GENIUS podría estabilizar el sector de stablecoins de $250 mil millones, integrándolo en las finanzas11 convencionales. Al exigir reservas seguras, minimiza los riesgos sistémicos, lo que podría atraer billones en capital. También permite a los bancos ofrecer servicios basados en stablecoins, difuminando las líneas entre la banca tradicional y la digital. Sin embargo, persisten los desafíos: la implementación depende de regulaciones oportunas y un alcance excesivo podría llevar la innovación al extranjero. No obstante, el respaldo bipartidista de la Ley11 señala un enfoque estadounidense maduro hacia las criptomonedas.

Conclusión: Empoderando a los Bancos Internacionales en el Ecosistema de Criptomonedas de Puerto Rico

La aprobación de la Ley GENIUS no solo fortalece el mercado de stablecoins de EE. UU. sino que también abre las puertas para que territorios de EE. UU. como Puerto Rico se conviertan en centros globales para la banca de criptomonedas. Como territorio de EE. UU., Puerto Rico opera bajo la ley federal, incluida la Ley GENIUS, que explícitamente incluye a los territorios en sus definiciones de reguladores y emisores estatales. Esta integración permite a los bancos puertorriqueños aprovechar el nuevo marco mientras se benefician de los incentivos fiscales únicos de la isla bajo la Ley 60 (anteriormente Leyes 20 y 22), que ofrecen impuestos casi nulos sobre las ganancias de capital y los dividendos para los residentes y negocios que califiquen.

Puerto Rico ya ha11 surgido como un refugio1 de criptomonedas, atrayendo a emprendedores y empresas con su entorno favorable para los negocios y su proximidad al continente de EE. UU. Con la claridad de la Ley GENIUS, los bancos internacionales pueden establecer operaciones en Puerto Rico para proporcionar rampas de entrada (convertir dinero fiduciario en stablecoins) y rampas de salida (canjear stablecoins por dinero fiduciario), así como servicios de custodia para activos digitales. Estos servicios, ahora respaldados por estándares federales, reducen las incertidumbres legales que anteriormente disuadían a los bancos tradicionales de involucrarse con las criptomonedas. Por ejemplo, los bancos en Puerto Rico pueden convertirse en custodios autorizados de stablecoins, manteniendo reservas y claves privadas bajo las pautas de la Ley. Esto les permite11 servir a clientes globales —como remitentes latinoamericanos o usuarios de DeFi europeos— mientras cumplen con las reglas de BSA y AML. La legislación también permite a los bancos emitir depósitos tokenizados, lo que permite a las instituciones puertorriqueñas crear equivalentes de stablecoins respaldados por reservas en USD. Esto podría posicionar al territorio como un puente entre el dólar estadounidense y los mercados emergentes, facilitando el comercio y la inversión transfronterizos. En esencia, la Ley GENIUS transforma a Puerto Rico de un refugio fiscal en una puerta de enlace estratégica para las criptomonedas. Al habilitar rampas de entrada, rampas de salida y custodia seguras, invita al capital global, fortalece el sector financiero de la isla y consolida su papel en la economía digital, todo bajo el paraguas de la protección federal de EE. UU.